Qué visitar, ver y hacer en un viaje por Sukhothai y Chiang Rai: el Parque Histórico de Sukhothai, la Tribu Akha, la Tribu Yao, el Triángulo del Oro, el Museo del Opio, el Templo blanco “Wat Rong Khun”, etc.
Aún seguimos por tierras Tailandesas. Disfrutamos de este maravilloso país ¿Queréis acompañarnos en nuestra aventura?
Sukhothai, es una pequeña ciudad perteneciente a las provincias de Kamphaeng Phet y Sukhothai. Fue capital del primer reino tailandés, llamado reino de Sukhothai. Tiene una población de 37.000 habitantes aproximadamente.
Nuestro cuaderno de bitácoras:
¡Sonó!, el despertador, nos levantamos, bajamos a desayunar y abandonamos Phitsanulok para dirigirnos hacia Sukhothai. Visitamos el Parque Histórico de Sukhothai, allí se encuentran los restos arqueológicos de Sukhothai, capital del reino en los siglos XIII y XIV. En el interior se conservan restos del palacio real y de 26 templos, siendo el más grande, el Wat Mahathat, Declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 1991. Increíble belleza y muestra de varios siglos de prosperidad de la civilización Thai.
Como cuenta con unas grandes dimensiones hay varias opciones para visitarlo: andando, alquilando una bicicleta o pagando la entrada para un tren turístico. Nosotros elegimos alquilar unas bicicletas, en una tienda que había enfrente, pagamos por cada bicicleta 30 bahts (0,80 € aprox.) Visitamos el monumento al Rey Po Kung RamKhamhaeng. Hay un jardín, cruzamos el puente sobre el lago y al final subiendo unos peldaños encontramos la escultura del rey, de grandes dimensiones en bronce situado en un trono.
Wat Sa Si. Se encuentra un buda de pie que simboliza la protección y liberación del miedo.
El Wat Mahathat, es el templo real. En este se guardaron las cenizas de la realeza en tiempos atrás. Es el más importante y el que más nos llamó la atención.
El Wat Si Sawai, fue un templo hindú que más tarde se convirtió en templo budista.
El Wat Traphang Ngoen, donde tomamos una fotografías. Vamos, no nos digáis que no es maravilloso el lugar.
Se necesita al menos 4 h para recorrer el lugar. Abierto todos los días de 8:30 h a 16:30 h el museo abre de 9:00 h a 16:00 h La entrada al recinto tiene un coste de 100 bahts por personas (2,64 € aprox.) visitar la zona central son 100 bahts más, zona norte, sur, este y oeste son 100 bahts más por cada zona. Visitar el museo, Ramkhamhaeng National Museum, la entrada cuesta 150 bahts por persona (3,96 € aprox.) Sí sumamos todo el precio final es de 750 bahts por persona (19,75 € aproximadamente).
Se nos fue la mañana sin darnos cuenta. Después de visitar todos estos templos en bici hicimos una parada para almorzar algo. Seguimos probando la cocina tailandesa.
Una vez acabada la comida, poníamos rumbo hacia Chiang Rai, por el camino observamos varios puestos en la carretera donde cocinaban la carne tipo barbacoa. ¡No dudamos en pararnos! Fue una sorpresa para nosotros, saber que la carne que utilizaban era de rata. Un manjar en la vida de los tailandeses. Hay que decir que el olor que ofrecía era bueno, abajo os dejamos las fotografías que tomamos. Nosotros no fuimos tan valientes, para probar esta carne. Todo hay que decirlo.
Seguimos adentrándonos en el paisaje norteño de la provincia de Phrae, hasta llegar a la ciudad de Chiang Rai, donde pasamos las dos siguientes noches en el Hotel Le Méridien, hospedaje de cinco estrellas, que teníamos reservado. La dirección es 221 / 2 Moo 20 Kwaewai Road Tambon Robwieng, Amphur Muang Tambon Robwieng, Chiang Rai. Llegamos, hicimos el check-in, una ducha, cenamos y descansar.
Comenzamos con un buen desayuno el día, una vez acabado nos dirigimos a visitar la Tribu Akha. Se instalaron en el norte de Tailandia a principios del siglo XX, provenientes de Mongolia. Contemplamos la forma de vida que llevan y observamos el interior de la casa de una familia. Por respecto e intimida, no nos permitieron tomarle fotografías.
Más tarde visitamos la Tribu Yao, estos se instalaron a principios del siglo XIX. Se dedicaban a la agricultura, procedentes de China, apreciamos sus cultivos y su forma de vida.
Continuamos el camino a Mae Sai, poblado fronterizo con Birmania. Desde allí nos dirigimos a Chiang Saen, donde se encuentra el Triángulo del Oro, así llamado por encontrarse en un mismo punto la frontera de Tailandia, Birmania y Laos, bordeados por el río Mekong.
Visitamos el Museo del Opio, narra la historia del Opio desde sus comienzos de producción en la zona del triángulo del oro, las guerras que hubo con los países exportadores, hasta las muestras de los efectos físicos y psicológicos por el abuso de las drogas. Abierto de 8:30 h a 17:30 h La entrada nos costó 200 bahts por persona (5,27 € aproximadamente). Se sitúa en Moo 1 Ban Sop Ruak|Wiang, Chiang Saen.
No teníamos pensado cruzar la frontera que separa Tailandia de Myanmar. Pero como llevábamos el pasaporte, pues decidimos ir por curiosidad, nos llamaba la atención. Para visitar la ciudad de Tachilek, pagamos 10 € en total a un policía de la frontera, puso un sello en nuestro pasaporte y nos dejó entrar. Simplemente, fue cruzar una calle.
Cruzamos, lo primero que nos encontramos fue una calle llena de puestos. Un mercadillo de imitaciones donde cada día cruzan millones de personas para realizar compras, ya que en esta zona son más baratas las compras. Pero bueno, nosotros eso no era lo que queríamos ver. Algo que nos sorprendió fue ver que las mujeres y niñas llevan una pintura en la cara denominada (thanaka). Tiene el aspecto de unos polvos de color amarillento que es utilizado como protector solar. Aquí el sol quema mucho. La población tiene la piel más oscura. Están obsesionados por las pieles blancas.
Negociamos con un conductor de una moto taxi, le pagamos 2 dólares americanos (1,85 € aproximadamente) para que nos subiera a la Pagoda Shwedagon Paya. La estupa, tiene 100 metros de altura. Su estructura está cubierta por una capa de baño de oro. Para entrar en su interior es obligatorio descalzarse. La dirección es Tachilek, Myanmar (Birmania).
Nos bajamos y anduvimos un rato por su mercado de frutas, verduras, pescados, carnes, etc. Pudimos disfrutar una gran variedad de aromas y olores que ofrecía el lugar. Que diferentes nos parecían a los que podemos encontrar en Europa.
Volvimos a cruzar la frontera para regresar al hotel y descansar, que al día siguiente nos esperaba un día lleno de visitas.
Salimos en la mañana para dirigirnos al Templo blanco “Wat Rong Khun”. Es diferente a los templos que puedes encontrar en Tailandia. Su construcción comenzó en 1997, aun en 2013, cuando nosotros lo visitamos estaba sin acabar. En él se puede apreciar una mezcla de budismo e hinduismo que contrasta con sus pinturas interiores dedicadas a personajes de televisión y cine (todos los estilos). Es obligatorio descalzarse para acceder a su interior. Abierto de 8:00 h a 18:00 h. La entrada es gratuita. Se localiza en Pa O Don Chai Subdistrict, Chiang Rai.
Cuenta con un jardín formado por árboles de metal, donde puedes comprar un corazón de acero en forma de colgante en el que puedes escribir y dejarlo colgado en el lugar como donación al templo y huella de tú pasó por el lugar.
¿Qué os parece este edificio dorado? Pues se encuentra en el recinto de este templo. Es donde se ubican los wc. Eso sí, para hacer uso del baño hay que entrar descalzo.
Nos fuimos al hotel, para almorzar y pasar la tarde en la piscina, descansar. Al día siguiente poníamos rumbo hacia Chiang Mai. En el próximo post os hablaremos de las visitas realizadas en Chiang Mai y los días que pasamos en las playas de Phuket. Un saludo andorreros, nos vemos muy pronto.
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