Qué visitar y hacer en Isla Canguro, Australia.

Qué visitar, ver y hacer en un viaje a Isla Canguro. Es una maravillosa isla de aguas cristalinas, arena dorada, dunas, desierto, parques nacionales, donde puedes ver, canguros y koalas, etc.

Isla Canguro es considerada la tercera isla de Australia en extensión, tiene una longitud de 155 km y 55 km de ancho. Fue descubierta por el explorador inglés Matthew Flinders, en el año 1802, se encontraba deshabitada. En 1836 tuvo el primer asentamiento colonial y fue abandonada 4 años más tarde. Volvió a ser colonizada durante el siglo XX. Hoy en día no tiene muchos habitantes, pero es un refugio importante para una gran cantidad de fauna y vegetación. En ella podemos ver diecinueve parques nacionales.

¿Cómo se puede llegar a Isla Canguro desde Adelaida? Opción A. Lo más cómodo y caro es comprar un billete de avión saliendo del aeropuerto internacional de Adelaida con destino a Kingscote, y una vez allí, alquilar un vehículo para poder ir a recorrer la isla. Opción B. Llevarlo todo comprado en un paquete de tour (autobús, ferry, alojamiento y excursiones). Es una forma cómoda, pero verás menos cosas. Opción C. Comprar un ticket en Sealink.com.au (autobús+Ferry). Esta página también vende tour de visitas por la isla, alojamiento, etc. Después de comprar el ticket, se sale de la central de autobuses de Adelaida en un trayecto por carretera de 2 h hasta llegar a Cape Jervis, allí se toma el Ferry a Penneshaw, con una duración de 45 minutos. Una vez llegados a Penneshaw es mejor tener alquilado un vehículo para recorrer la isla.

Se puede comprar una entrada Kangaroo Pass. Es un pase que cuesta unos 70 dólares australianos por persona (47,73 € aproximadamente) con el cual puedes entrar en algunos de los parques más importantes de la isla, o comprar las entradas individuales de los parques que quieras visitar.

A pocos metros de la estación Ferry de Penneshaw, se localiza la oficina de turismo de Isla Canguro. Está abierto de lunes a viernes de 9:00 h a 17:00 h Los fines de semana y festivos abre de 10:00 h a 16:00 h

Salimos del hotel para dirigirnos hacia la estación central de autobuses de Adelaida, el autobús salió a las 6 h y 45 minutos. Tuvimos un trayecto en carretera de 2 h hasta llegar a Cape Jervis, donde tomamos el Ferry mientras almorzamos, traíamos unos bocadillos preparados y algo de fruta, así podíamos aprovechar mejor el día, hay que pensarlo todo. El trayecto tuvo una duración de 45 minutos hasta atracar en Penneshaw, una vez llegados allí cogimos el coche que previamente habíamos alquilado para recorrernos la isla.

Comenzamos visitando el Parque Nacional Flinders Chase, en Cabo de Couedic. Es uno de los Parques Nacionales más grandes de Australia Meridional. En el año 1919 fue nombrado Parque Nacional. En este lugar se localiza el Arco del Almirante, un arco creado por la naturaleza entre los acantilados. La zona está habitada por una colonia de lobos marinos de Nueva Zelanda, pudimos ver algunos camuflados en las rocas. La entrada nos costó 10 dólares australianos por persona (7 € aprox.) El acceso de bajada para observar el Arco del Almirante se hace a través de unas pasarelas de madera con escaleras, accesible para todo el mundo. Está abierto todos los días desde las 9:00 h hasta las 17:00 h (excepto los días festivos de Navidad).

También encontramos el Cabo Willoughby, fue el primer faro colocado en el océano Índico de la costa sur de Australia, en el año 1852. Tiene 27 metros de altura, en las inmediaciones hay un centro de visitantes donde se encuentra un pequeño museo. Nos encantó el lugar, no parábamos de observar a los lobos marinos y hacer fotografías.

Nos desplazamos hasta llegar a Remarkable Rocks, en el Parque Nacional Flinders Chase. En este parque se encuentran grandes rocas de granito con más de 500 millones de años que se han visto erosionadas por el paso del tiempo.

Increíble poder contemplar estas inmensas rocas. Bueno, algunas con unas formas muy originales. ¿Qué os parecen estas? A nosotros nos recordaron a la película la guerra de las galaxias. ¿Y a vosotros? Es un lugar donde la imaginación no deja de rodar por la cabeza.

Tomamos unas fotografías contemplando como fondo la Cala Vertedero, un trozo de mar que entra en estas tierras.

Después fuimos hasta Kingscote, donde teníamos reservado el albergue donde nos hospedaríamos. Salimos a cenar, compramos en un supermercado la comida para el próximo día y regresamos al albergue para descansar.

Al día siguiente, nos levantamos, desayunamos y cogimos el coche para dirigirnos hacia Seal Bay. Es un parque de conservación, donde habita el león marino australiano, unos 1000 aproximadamente. Los machos suelen ser de color marrón oscuro, alrededor de la cabeza poseen una melena de color amarillo, son tres veces más grandes que las hembras. Estas son de color plateado y no tienen melena alrededor de la cabeza. Están en peligro de extinción.

Compramos el ticket con guía en el parque. Bajamos hasta la playa donde pudimos observar a los leones marinos, eso sí, a una distancia de 10 metros de ellos por seguridad. El guía nos dio una charla informativa sobre estos leones, nos explicó el trabajo que desarrollan con ellos, etc. La entrada con guía nos costó 33 dólares australianos por persona (22,50 € aproximadamente). Si lo haces sin guía no dejan bajar a la playa, solo puedes acceder a los miradores y plataformas de madera, tiene un coste de 15 dólares australianos por persona (10,22 € aproximadamente).

Aquí os dejamos unas fotografías de los leones marinos. Algunos posaron para nosotros, otros intentaban pasar de desapercibidos, pero con lo gordos que están resulta difícil.

Después llegamos a Raptor Domain, lugar donde acogen a aves heridas o huérfanas con el objetivo de que desarrollen las técnicas de caza para luego poder liberarlas. Durante 1 h nos mostraron distintas aves rapaces, su nombre, características e incluso la forma de cazar de algunas de ellas. La entrada tiene un coste de 18 dólares australianos por persona (12,26 € aproximadamente).

Luego nos fuimos a Hanson Bay a Koalawalk. Allí encontramos algunos koalas, colgados durmiendo en las ramas de los eucaliptos. La entrada nos costó 9 dólares australianos por persona (6,14 € aproximadamente). También se pueden realizar tours nocturnos guiados en el lugar, pero el coste es mayor.

Tocaba almorzar, hicimos una parada para comernos los bocadillos que habíamos preparado. Una vez ya con energías, Sergio se encontró este antiguo coche y no dudo en tomar una fotografía. La verdad es que molada el vehículo.

Tuvimos la oportunidad de encontrarnos de cerca a un canguro, hay una gran cantidad en la isla. Nos impactó mucho encontrarnos una gran cantidad de canguros muertos en las carreteras, por atropello. Deberían tomar medidas, por ejemplo, que las vallas que están cerca del arcén de las carreteras fueran de mayor altura para evitar que puedan saltar los canguros y terminen siendo carne de asfalto.

Más tarde llegamos a la Playa Vivonne, que es considerada una de las mejores playas de Australia. Aunque la temperatura no acompañaba para bañarnos, decidimos ir a verla y realizar unas fotografías del lugar.

Por último, visitamos la Playa de Harina Barril, donde nos encontramos nadando a estos delfines, ¿Alucinante verdad? Australia es un destino muy elegido para hacer surf en sus playas, practicar buceo, etc.

A última hora de la tarde regresamos al albergue. Estábamos agotados, pero habíamos disfrutado mucho el día.

Tras levantarnos y desayunar nos dirigimos hacia el Puerto de Penneshaw para coger el ferry que nos llevaría hasta Cape Jervis, el trayecto duró 45 minutos. Una vez llegados a Cape Jervis tomamos el autobús que nos condujo hasta la Estación Central de Autobuses de Adelaida el recorrido fue de 2 h Una vez allí, nos desplazamos al Aeropuerto Internacional de Adelaida, para coger un vuelo operado por la compañía aérea Qantas Airways, con destino a Melbourne, con una duración de 1 h y 20 minutos.

Estas fueron nuestras visitas por la Isla Canguro. Nos encantó el lugar, os recomendamos que lo incluyáis como destino, si hacéis un viaje por Australia, merece la pena. En el próximo post os hablaremos de nuestro paso por la ciudad de Melbourne. Un saludo andorreros, nos vemos muy pronto.